Eliminatorias Copa del Mundo Brasil 2014 : Argentina 1-1 Bolivia

Un empate que duele: la Argentina no juega, sufre

El equipo de Sabella igualó 1 a 1 ante Bolivia, un equipo claramente inferior. Un resultado que no sirve y un rendimiento que preocupa.



Iban cinco minutos y la imagen daba un anticipo de lo que sería la tarde: los once jugadores de Bolivia estaban en su campo. Ante esa situación, que se repitió todo el partido, la Argentina no supo qué hacer. No entendió cómo jugar el partido. En realidad, lo sufrió. Parece repetitivo pero no está de más remarcarlo: otra vez, los jugadores que se cansan de hacer goles con sus equipos, no aparecieron. Al final, fue empate por 1 a 1, por la 3ª fecha de las Eliminatorias.

Messi elude a uno, dos y tres. Cuando tiene que rematar al arco, la pelota se va desvíada por dos metros. Hizo todo bien, pero en la última acción, algo falló. El ambiente ante esta imagen, que se repitió varias veces en el partido, se llenó de nervios ante la imposibilidad de entender la razón por la que el mejor del mundo, y sus compañeros, fallan con la celeste y blanca.

En la primera parte, la Argentina no llegó a dominar del todo, aunque generó algunas situaciones. Especialmente un remate desde afuera de Pastore que pegó en el palo. Se notó a los delanteros (Messi, Higuaín y Pastore) desconectados, lejos de los mediocampistas y aislados.

En el complemento, Martins le dio un tremendo sacudón al equipo de Sabella. El delantero aprovechó una falla, otra vez, de Martín Demichelis, que se durmió y no despejó. Ezequiel Lavezzi, que había ingresado hacía un minuto por Ricky Álvarez, puso las cosas 1 a 1 con un buen remate desde afuera. Y no hubo mucho más. La Argentina intentó presionar pero no tuvo ideas claras y los gestos de impotencia se repitieron en todos los jugadores.

Queda la sensación, la peor, de que la Argentina no juega los partidos, los sufre. Bolivia, por primera vez, no se fue derrotada en un partido en el Monumental. Al final, el público, ante un Monumental semi vacío, juzgó a los jugadores (aplausos para Clemente Rodríguez y fuertes silbidos a Demichelis). En realidad, pareció más una condena ante una Selección que vuelve a enseñar una versión que no hace más que manchar la historia.